En muchas ocasiones nos encontramos estancias planteadas con gusto y esmero pero que, ó bien se han quedado un poco anticuadas, ó bien no eran la propuesta más adecuada para ese espacio. Cuando un cliente nos pide renovar su ambiente, tenemos que esforzarnos en respetar sus gustos pero aportar una nota de frescura y limpieza para hacer que éste espacio respire.
Ese era el caso del proyecto de éste salón comedor. Y la base de su fallo estaba en la falta de luminosidad y el abuso de tonos marrones – tostados que entristecían y no aportaban claridad ninguna. Nuestra suerte, todo hay que decirlo, era trabajar con una clienta que confía en nosotros plenamente… ¡¡así da gusto proyectar!!
Había que actualizar la estancia, respetando la distribución de la iluminación, para evitar obra, y algunas piezas como la boisserie a medida, el espejo de pared, la lámpara central o la mesa de comedor.
Para ello elegimos piezas más actuales pero que no contrastasen con las existentes, y una paleta de colores más luminosos.
El papel pintado nacarado de Casadeco, las sillas tapizadas de comedor y las lámparas auxiliares hicieron su papel.
Pero las piezas de madera color abeto con las que revestimos la pieza que hacía de trasera al sofá fueron la clave. aprovechamos el mismo material para renovar la boisserie, eliminando algunas baldas y aprovechando la trasera para ocultar los cables y mecanismos de una televisión más grande suspendida.
La chaiselongue tapizada en un actual tejido gris azulado antimanchas con Teflon de la serie Zero de Reyes Ordóñez, los cojines a juego, los estores de lino de Casamance, las lámparas de diseño en oro mate de Fabas Luce y la alfombra gris a medida de KP pusieron los toques finales. El resultado: Un salón comedor actualizado sin perder su personalidad.
EL SALÓN COMEDOR ANTES
EL SALÓN COMEDOR DESPUÉS