Nuestra clienta Laura tenía una excelente idea para separar la cocina del pasillo sin aislarla del todo. Tenía muy claro lo que le pedía la decoración y el estilo de su vivienda.
Nos pidió una puerta suspendida corredera de cristal y perfilería negra.
Pero Laura tiene dos pequeños gemelos traviesos y necesitaba ante todo algo de alta calidad, que deslizase suavemente, muy resistente y bien instalado, para asegurar la seguridad de su familia.
Éstos son los puntos imprescindibles para conseguir una puerta corredera de cristal de éste peso con las máximas garantías:
Primero medir, planificar y diseñar la puerta a tu gusto y a la medida.
Encargarla a un proveedor de confianza, para ofrecer la máxima garantía de calidad en herrajes y sistema corredero.
Por supuesto y no menos importante, nivelación y un perfecto deslizamiento, lo que implica confiar en un montaje impecable y profesional.