Los propietarios de ésta vivienda situada en el centro de León nos pidieron consejo y ayuda, confiando plenamente en nuestro trabajo. Estamos muy agradecidos y satisfechos con el trabajo, y lo queremos compartir con vosotros.
Todas las estancias de la casa habían pasado por su fase de renovación, conjugando elegancia y modernidad con un gusto exquisito. Pero la habitación auxiliar, que había sido de las hijas de la propietaria, y que ahora utilizan esporádicamente las nietas, había quedado relegada a un segundo plano. Necesitaba un completo lavado de cara, y había llegado su momento. Reforma de dormitorio en León
Así se veía antes la habitación:
Éstos eran los puntos «débiles» del espacio que había que corregir:
- Su planta es alargada y estrecha, lo que unido a una distribución errónea, da cómo resultado poco servicio y sensación de agobio.
- La pared de los armarios transmite el frío del exterior.
- La combinación de colorido existente resulta poco acogedor, colores fríos en una estancia no demasiado luminosa.
- Necesidad del servicio de una cama doble que por el día pueda funcionar como zona de estar, ver la tele, ordenador, estudiar…
- Importante ubicar un armario que no agobiase demasiado y optimizase la capacidad de almacenamiento actual.
Comenzamos por la planificación del espacio. teníamos claro que emplearíamos colores claros, luminosos, pero a la vez alegres y con carácter, por lo que elegimos la colección Abracadabra de Camengo con sus tonos malvas, magenta, blancos y lilas como base.
La primera fase se basó en la parte técnica y constructiva, aislamiento y revestimiento térmico en la pared afectada, bajada de techos, renovación de biombo, distribución de la iluminación, papel pintado, remates de parqué, rodapiés, moldura de escayola y pintura…
Aprovechamos el espacio tras la puerta, con el techo más bajo y una pared en falsa escuadra, para hacer un armario a medida, iluminado mediante focos empotrados, buscando la ligereza de la laca blanca y el cristal al ácido, para éste módelo clásico e intemporal.
A partir de ahí amueblamiento a medida combinando el roble aserrado claro y el blanco, y el toque de personalidad aportado por los textiles coordinados de la misma colección, con la que se confeccionaron estor, edredón, cojines y fundas de almohadas.
Los últimos detalles los aportaron las antiguas butacas que se retapizaron con un tejido color arena antimanchas, dándoles el toque de color con los cojines tambien coordinados, un espejo de pared sobre el color magenta, y una gran alfombra púrpura a medida.
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